Una semana después de la fuga de Aída Merlano, la exsenadora del Partido Conservador, condenada por la Corte Suprema de Justicia a 15 años de prisión por delitos electorales y tenencia ilegal de armas de fuego, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, enfrenta otro lío. En la mañana de este martes fueron capturados por narcotráfico seis integrantes del cuerpo de vigilancia y custodia de la entidad, adscritos al Establecimiento Carcelario de Cúcuta. Uno de ellos, estaba en detención domiciliaria por otros delitos.
El Complejo Carcelario y Penitenciario Metropolitano de Cúcuta, es una mezcla de dos mundos. Una construcción considerada de primera generación por su vetustez, con 23 patios que alberga sindicados y condenados y dos torres, relativamente nuevas, entregadas en el año 2011 planificada para internos de clasificación uno de seguridad, es decir, la más alta.
Esta edificación, hizo parte de la respuesta del gobierno Uribe a la sentencia T-153 de 1998 que declaró el Estado de Cosa Inconstitucional de las prisiones de Colombia y que exigió la construcción de más cupos carcelarios ante el aumento de la criminalidad y de la punibilidad con la aprobación de leyes como la 1453 de 2011 de seguridad ciudadana, la 890 de 2004 que aumentó las penas y redujo los beneficios carcelarios y la ley 905 de 2005 de Justicia y Paz que puso contra las cuerdas al sistema carcelario por el aumento de personas en prisión.
En total, fueron 10 penales construidos por el gobierno y entregados en el año 2011 por los problemas de diseño, construcción y dotación que presentaron y que generaron retrasos y sendas investigaciones penales y disciplinarias en contra de los involucrados.
Aunque el penal de Cúcuta está clasificado como de mediana seguridad, es tan complejo como su nombre. De hecho, en ella están privados de libertad sindicados y condenados. Es un resumen tras las rejas de todos los males que aquejan al país. Grupos al margen de la ley, disidentes de las Farc, Eln, Epl. Banda ‘Los Pelusos’, ‘Los Rastrojos’, Bacrim, grupos de narcotraficantes, contrabando y minería ilegal e internos por delitos comunes.
En total, el complejo carcelario tiene una capacidad para 2.651 internos aunque albergan 4.188 personas privadas de la libertad. Las dos primeras edificaciones registran un hacinamiento del 60.5% y del 70.2%, respectivamente. Estás moles de concreto son custodiadas por alrededor de 300 guardias.
Precisamente, seis integrantes de la guardia de ese penal fueron capturados en un operativo realizado por la Sijin. Se trata de los dragoneantes Jefferson Castillo Rodríguez y Luis Alberto Torres Rodríguez y el inspector en jefe Raul Araque Vela.
En los últimos años, el penal de Cúcuta ha sido objeto de escándalos que han dejado varías insubsistencias, directores que han durado poco tiempo y hasta homicidios. Fuentes en la Fiscalía indican que en marzo de 2015 un inspector de la guardia fue asesinado. Los investigadores indagan supuestos actos ilegales con grupos vinculados al tráfico de estupefacientes. Un episodio similar se registró en octubre de 2018, cuando fue asesinado el distinguido Melo, jefe del área de Policía Judicial.
Una directora fue declarada insubsistente, Maryuri del Pilar Rodríguez. También estuvo como encargado el capitán David Alexander Álvarez Cárdenas que fue capturado en las últimas horas por supuesta complicidad en la fuga de Aída Merlano.
También en la prisión de Cúcuta hasta un mayor en retiro de la Policía renunció luego de la solicitud de funcionarios y reclusos. Actualmente y ya en propiedad está el Coronel del Ejército Idebrando Tamayo Usuga.
Con solo dos semanas en el cargo como director, Tamayo ya se llevó una sorpresa. Este martes, la Sijin capturó a seis integrantes de guardia del establecimiento carcelario señalados de concierto para delinquir con fines de narcotráfico.
Entre los capturados está Jefferson Castillo Rodríguez, además de su grado como guardián penitenciario había hecho estudios de tecnología en seguridad industrial salud ocupacional y medio ambiente en la construcción. Se incorporó a la entidad el 27 de mayo de 2008. Castillo desde hace 45 días no estaba en servicio por permiso sindical y pertenecía a dos de los 117 sindicatos que tiene la entidad, UTP y Seup.
Uno de los cinco inspectores del penal, Raul Araque Vera quien salió a vacaciones el pasado 6 de octubre fue capturado en su residencia. Él también estaba afiliado a dos sindicatos Ascinpec y Seup. Su grado, al que denominan Sargento, tenía responsabilidad como oficial de servicio, planeacion de turnos de servicios.
Otro integrante del cuerpo de custodia y vigilancia del Complejo Penitenciario de Cúcuta capturado por las autoridades es el dragoneante Luis Alberto Torres Guerrero, quien paradójicamente se encontraba en detención domiciliaria desde el pasado 6 de julio, sindicado por la Fiscalía de otros delitos en otro proceso.
Miembros de la Sijín también llegaron hasta las instalaciones de la cárcel y capturaron a tres dragoneantes que estaban en servicio. Carlos Alberto Hernández Alarcón, Nelson Eduardo Jaimes Rodríguez y Luis Carlos Gómez Pabón. Ellos, supuestamente, implicados en los delitos de concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes. La captura fue avalada por el Juzgado Quinto Penal Municipal con función de garantías de Cúcuta.
Dentro de los capturados también está Amparo conocida entre los internos como la “cucha Amparo”, una mujer que alquilaba sandalias y prestaba el servicio de almacenamiento de objetos a los familiares de los internos, en los días de visita.
Estas capturas se dan en momentos en que el gobierno analiza la liquidación del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec en donde todos sus males parecen estar ratificándose tras la fuga de Aída Merlano.
