Luego de solicitar su extradición abreviada, al exfutbolista Jhon Viáfara solo le resta la firma del presidente Iván Duque para que un avión de la DEA lo traslade a suelo estadounidense.
Allí deberá comparecer ante una Corte en donde será juzgado por los delitos federales de tráfico de narcóticos y concierto para delinquir. La Corte Suprema de Justicia otorgó concepto favorable de extradición y acaba de remitir el proceso al ministerio de Justicia.
Mediante el oficio en poder de la Agencia de Periodismo Investigativo, API, radicado con el número 33231 y dirigido a la ministra de Justicia Margarita Cabello Blanco, la secretaria de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, Nubia Yolanda Novoa García se expidió el aval.
“Con ponencia del H. magistrado Luis Antonio Hernandez Barbosa se pronunció en el sentido de emitir concepto favorable, a la solicitud de extradición del señor Jhon Eduis Viáfara Mina, diligencias que constan de dos (2) cuadernos con 76 y 181 folios”, señala la comunicación oficial.
Este oficio es el paso previo a la extradición que firmará el presidente Iván Duque en contra del exfutbolista que bañó de gloria al Once Caldas con el título de la Copa Libertadores de América el primero de julio de 2004. Un jugador que además vistió la camiseta de la Selección Colombia, de varios equipos en el extranjero y que fue aclamado por la afición.
El destino de Jhon Eduis Viáfara Mina se selló cuando el pasado 18 de diciembre, el Gran Jurado de la Corte de Texas libró una orden de captura en su contra. Aunque se volvió efectiva solo en el mes de marzo, la vida le hizo una gambeta que hoy lo tiene contra las cuerdas de la justicia, aunque su familia insiste en su inocencia.
El pasado 16 de mayo la Embajada de Estados Unidos solicitó mediante nota verbal 0642, la extradición de Jhon Eduis Viáfara Mina para que compareciera ante la Corte del Distrito Este de Texas, División Sherman en virtud de la acusación 4:18 CR 98.
Un primer cargo por el que deberá responder Viáfara es la infracción contemplada en la sección 963 del título 21 del Código de los Estados Unidos, es decir, concierto para fabricar y distribuir cocaína.
La justicia americana estableció que desde 2017 hasta diciembre de 2018 en Colombia, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Guatemala, México, Jhon Eduis Viáfara Mina alias “Futbolista/Goleador/Makelele” se concertó con otras personas para traficar más de cinco kilogramos de cocaína con el propósito de exportarla a los Estados Unidos.
El segundo cargo es por infringir la sección 959 del título 21 del Código de los Estados Unidos, esto es el de fabricar y distribuir cocaína. Según la declaración de apoyo del Agente Especial de la Administración para el Control de Drogas, DEA, Anthony Vayghn informó la existencia de una organización criminal dedicada al tráfico de estupefacientes hacia los Estados Unidos que operó en América Central y Suramérica desde el año 2008.
“La organización utiliza embarcaciones marítimas, vehículos motorizados y otros medios para transportar grandes cantidades de cocaína desde Colombia a América Central y Sudamérica, para su importación y distribución final en los Estados Unidos” advirtió el informe del agente especial.
Una de las evidencias es la incautación el 9 de abril de 2017 por parte de autoridades estadounidenses de 455.050 dólares en una casa en California. Dos meses después, en un allanamiento realizado a un hangar del aeropuerto de Quibdó, Colombia, de 852 kilogramos de cocaína.
Pero las declaraciones de los agentes especiales de la DEA y las incautaciones de dólares en Estados Unidos y de cocaína en Colombia no son las únicas evidencias. La justicia americana cuenta con horas de interceptaciones telefónicas realizadas antes y después de los allanamientos en California y en Quibdó.
En éstas se determinó que los acusados incluyendo Viáfara Mina, según la acusación de la Corte de Texas, estaban acumulando la droga en un hangar del Aeropuerto El Caraño en Quibdó.
“Su plan consistía en transportar la cocaína por vía aérea en un aeródromo clandestino situado en Costa Rica para su posterior distribución en el norte. Los acusados y sus conspiradores a veces aludían a esta operación como el “Proyecto Pájaro”, se indica en los cargos.
En otra interceptación realizada el 2 de julio de 2017, De los Ríos Valencia e Isaza Arango hablaron de la captura de dos de sus socios cuando transportaban 230 kilogramos de cocaína a Costa Rica días atrás. También mencionaron a otra persona de apellidos Toro Londoño, pues supuestamente, los dos socios arrestados por la policía tenían la misión de recibir el embarque de droga a nombre de este.
Justamente, el 6 de julio de 2017, Oliveros Segura le informó a Viáfara que aún no había recibido el cargamento de cocaína de Toro Londoño. También se quejó con el exfutbolista de un punto de control que había establecido la policía y que, al ser reciente, les estaba enredando los planes pues, “estaba dificultando recibir la cocaína en el aeropuerto”.
Una semana después de esta conversación se efectuó la incautación de casi una tonelada de cocaína en un hangar administrado por Oliveros Segura. La droga estaba marcada con las etiquetas “RS” o “HK 17”.
A los dos días otra conversación entregó detalles que resultaron reveladores para la oficina antidrogas. En esta, Medina Arcila y De Los Ríos Valencia hablaron sobre el allanamiento y la incautación que se había realizado en el hangar, alarmados dijeron que era indispensable cambiar los celulares y las líneas telefónicas y planearon como evitar que Isaza Arango se enterara de lo sucedido.
Ese mismo día, en otra llamada, Oliveros Segura el administrador del hangar allanado le aseguró a Viáfara que estaba preocupado porque “es muy raro que ocurra ese tipo de incautación”.
En la acusación se indica que la ley establece que las personas que incurran en dichas infracciones pueden ser condenadas a una pena de prisión de mínimo 10 años hasta cadena perpetua. Esta última no se le podría aplicar al exfutbolista por que es una de las condiciones en la cooperación judicial entre países, no pueden imponer penas no contempladas en la normatividad penal interna como cadena perpetua, pena de muerte o ser juzgado por hechos distintos.
Otra de las evidencias en poder de las autoridades americanas es una fotografía que le envió el 30 de junio de 2017, Medina Arcila a Jhon Viáfara en la que aparecían, “varios atados de cocaína con la etiqueta “HK 17”.
Luego de realizar las consideraciones de rigor respecto a la plena identificación de Jhon Viáfara como la persona requerida por la justicia de Estados Unidos, la tipificación como delito el tráfico de estupefacientes y el concierto para delinquir, así como el trámite realizado por el gobierno americano ante el colombiano, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia emitió concepto favorable a la solicitud de extradición del ex futbolista.
El destino final de Viáfara está definido; una prisión en Estados Unidos. Atrás quedó su garra y temperamento para jugar al fúltbol como laborioso centrocampista. El narcotráfico, de nuevo, metió un gol.
