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¿Cambia el sabor de Coca-Cola en EE. UU.? Trump dice que usará azúcar de caña

Anuncios del presidente frente a la popular bebida.

Donald Trump sonrisa
Por Agencia Periodismo Investigativo | Jue, 17/07/2025 - 09:22 Créditos: Imagen tomada de X: @realdonaldtrump

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, informó en las últimas horas que la compañía Coca-Cola habría accedido a sustituir el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) por azúcar de caña en la elaboración de sus productos comercializados dentro del territorio nacional.

El anuncio fue hecho a través de su red Truth Social, sin una confirmación inmediata por parte de la empresa, que se limitó a expresar agradecimientos por el respaldo del mandatario a su marca.

La publicación se da en medio de una serie de mensajes en los que el mandatario ha venido respaldando políticas alimentarias relacionadas con el movimiento denominado “Haz que Estados Unidos vuelva a ser saludable otra vez”, liderado por el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr. En ese contexto, el uso del JMAF ha sido señalado como una de las prácticas a revisar dentro del modelo alimentario estadounidense.

“Será una muy buena decisión por su parte. Ya verán. ¡Es sencillamente mejor!”, señaló Trump, refiriéndose a Coca-Cola y su eventual adopción del azúcar de caña en sustitución del jarabe de maíz.

No obstante, el presidente no ofreció detalles técnicos ni de implementación sobre la transición que sugiere. Tampoco aclaró si esta medida tendría carácter obligatorio o si obedece a un entendimiento informal entre la Casa Blanca y la empresa.

La contraparte

Por su parte, Coca-Cola emitió un escueto comunicado en el que no ratificó el cambio de fórmula, pero sí valoró el respaldo presidencial. “Agradecemos el entusiasmo del presidente Trump por nuestra icónica marca Coca-Cola.

Imagen tomada de https://www.coca-cola.com/co/es

Próximamente se compartirán más detalles sobre las nuevas e innovadoras ofertas de nuestra gama de productos”, expresó la compañía. No se especificó si dichas “nuevas ofertas” incluyen modificaciones en los ingredientes utilizados.

Actualmente, el jarabe de maíz de alta fructosa es un componente habitual en las bebidas gaseosas fabricadas en Estados Unidos desde que su uso se generalizó en la década de 1970.

El incremento en su aplicación se relaciona con políticas arancelarias que dificultaron la importación de azúcar de caña y con subsidios internos que favorecieron a los productores de maíz, especialmente en los estados del llamado “cinturón del maíz”, una región agrícola del Medio Oeste que representa un núcleo de apoyo electoral para Trump.

Los expertos en nutrición suelen señalar que, desde el punto de vista calórico y metabólico, el impacto del JMAF y la sacarosa es muy similar. Ambos compuestos contienen fructosa y glucosa, aunque difieren en su forma de presentación: mientras el jarabe de maíz presenta estos azúcares como moléculas separadas en proporciones variables, la sacarosa los contiene unidos químicamente.

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Según una revisión de estudios clínicos publicada en 2022, no se hallaron diferencias significativas en términos de ganancia de peso o salud cardiovascular entre quienes consumen bebidas endulzadas con JMAF frente a las que contienen sacarosa. Solo se registró un aumento leve en un marcador inflamatorio en el grupo que ingirió JMAF, sin que ello implicara una diferencia sustancial en los efectos generales sobre la salud.

Pese a la aparente similitud en términos bioquímicos, algunos consumidores en Estados Unidos han desarrollado una preferencia por la versión mexicana de Coca-Cola, la cual se fabrica con azúcar de caña y es comercializada en tiendas especializadas a precios más elevados.

La diferencia es atribuida a una percepción de sabor más “natural”, aunque esta apreciación no ha sido confirmada mediante estudios organolépticos sistemáticos.

El consumo de Trump

En contraste con la medida que ahora promueve para las bebidas tradicionales de Coca-Cola, el presidente Trump continúa consumiendo con regularidad Coca-Cola Light, una versión endulzada con aspartamo.

Esta sustancia ha sido objeto de debates en el ámbito científico, en particular tras la clasificación emitida en 2023 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), que la incluyó dentro de la categoría de “posibles carcinógenos”, sin que ello signifique una prohibición o alerta de consumo inmediato.

Imagen tomada de Freepik

Durante su actual mandato, Trump reinstaló un botón en el despacho oval que permite solicitar Coca-Cola Light en cualquier momento, un dispositivo que ya había sido mencionado durante su administración anterior.

Pese a la supuesta preocupación por la calidad de los edulcorantes utilizados en el país, el mandatario no ha sugerido modificar la fórmula de esta bebida, ni ha emitido declaraciones sobre su contenido de aspartamo.

Analistas han advertido que un eventual cambio en los componentes de la fórmula de Coca-Cola podría tener repercusiones económicas en los sectores agrícolas vinculados al maíz, cuyo cultivo representa una fuente relevante de ingresos en varios estados clave para el mapa electoral estadounidense.

Las implicaciones para la cadena de suministros, así como para el costo de producción de las bebidas, también están siendo observadas por asociaciones industriales y distribuidores.

Nacimiento y expansión de una bebida icónica

La historia de Coca‑Cola comienza el 8 de mayo de 1886 en una farmacia de Atlanta, Georgia, donde el farmacéutico John Stith Pemberton presentó un jarabe mezclado con agua carbonatada.

Diseñado inicialmente como un tónico que prometía alivio digestivo y un efecto energético, su creador lo vendió a cinco centavos por vaso, logrando cerca de nueve ventas diarias durante su primer año.

Su nombre y logotipo fueron obra de Frank Mason Robinson, quien se basó en dos de sus ingredientes originales: hoja de coca y nuez de cola, fuentes de los compuestos estimulantes que definieron su esencia.

Tras su adquisición por Asa Candler en 1888, la fórmula fue protegida y comercializada en masa; hacia principios del siglo XX ya se embotellaba en cientos de plantas en Estados Unidos, Canadá y Cuba.

Un hito fue el diseño en 1915 de la botella con contorno característico, creada para distinguirse frente a imitadores.

Ventas globales y preferencia regional

Hoy en día Coca‑Cola se vende en más de 200 países y territorios. Cada día se consumen alrededor de 1.9 mil millones de raciones de sus bebidas, lo que corresponde en 2023 a aproximadamente 33.3 mil millones de cajas de 24 botellas cada una .

Imagen tomada de https://www.coca-cola.com/co/es

El país con mayor consumo per cápita es México, donde los ciudadanos ingieren un promedio de 745 porciones al año

A pesar de su enorme presencia, la bebida no está oficialmente disponible en países como Cuba, Corea del Norte y Rusia.

En estos lugares puede encontrarse a través de importaciones informales, pero no cuenta con operaciones oficiales. En Cuba, por ejemplo, el embotellado local fue suspendido en 1960 debido al embargo estadounidense .

Variaciones regionales en sus ingredientes

Una de las particularidades más conocidas de Coca‑Cola es que su receta permite variaciones regionales del edulcorante principal. En Estados Unidos se utiliza jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) desde la década de 1970, cuando las políticas arancelarias y subsidios favorecieron su adopción

En otros países, especialmente México, se mantiene el uso de azúcar de caña, lo que otorga un perfil de sabor diferente y, para ciertos consumidores, más auténtico .

Además de esta diferencia, Coca‑Cola adapta su fórmula localmente para cumplir reglamentos sanitarios o preferencias del consumidor. En India, por ejemplo, compite con versiones endulzadas con azúcar o alternativas locales como Thums Up, adaptando la mezcla según el mercado .

Posición entre las empresas más importantes del mundo

En términos económicos, The Coca‑Cola Company es uno de los gigantes del sector de bebidas. Su capitalización bursátil, estimada en abril de 2025, rondaba los 312 000 millones de dólares, situándola al frente del sector junto a PepsiCo y Kweichow Moutai.

En el Fortune 500 de 2025 figura en el puesto 98 por ingresos, con más de 47 000 millones de dólares facturados y cerca de 70 000 empleados.

También Interbrand la reconoció en 2024 como la séptima marca global más valiosa, con un valor de alrededor de 61 .200 millones de dólares.

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